50 años de vida consagrada

17
Feb

Fidelidad, alegría y gozo

Sor Nidia Rúa Rúa recuerda y narra con orgullo como han sido estos 50 años como Hija de María Auxiliadora.

 

 

Celebrar los 50 años de fidelidad en la Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima, es el regalo más grande que me ha dado el Señor, la institución me vio crecer. Yo entré en tercero elemental, pero cuando estaba en décimo mi padre falleció y tuve que esperar y aguantar la decisión de entrar, de entregarme totalmente al Señor. Mi mamá quedó con 8 muchachos, el más pequeño tenía 7 años, ella se sentía muy desprotegida, muy triste, no pudo aceptar que el Señor se haya llevado a mi papá, nos decía que tantas familias que viven todas desubicadas, tantas familias en las que los papás no responden por ellos y mi papá, que lo era todo para nosotros y en la mejor época de la vida se lo llevó, él era muy joven y murió muy de repente. Fue un golpe muy duro, muy horrible y a mí me marcó totalmente esto, entonces decidí esperar un poco y ya después tomé la decisión de entrar como salesiana.

Mi familia es otro regalo, y celebrar con ellos mi fidelidad al Señor fue muy especial. Cuando recibí mi obediencia y supe que era para Fátima, yo pensé y dije, mis bodas de oro tienen que ser en la costa, entonces gocé e inmediatamente le di gracias al Señor por ellos, porque iban a poder compartir conmigo esta gran celebración. Es la primera vez que van a sentir que verdaderamente pertenezco a esta comunidad, celebrando 50 años de fidelidad. Vinieron la mayoría de mis hermanos y sobrinos, estuvieron felices compartiendo con las hermanas y ¡que bueno que la pasamos!, conocieron la manera en la que nosotras vivimos, que no es solo enseñando, rezando, vieron una parte de nuestra cotidianidad y la forma en la que gozamos con todas estas celebraciones que hacemos, se fueron muy contentos.

Además, he tenido la oportunidad de disfrutar y vivir en varias casas de la Inspectoría: Belén; fue mi primera casa, Copacabana, Condoto, La Ceja, Santa Bárbara, en el Colegio de María Auxiliadora Centro de Barranquilla, Colegio María Auxiliadora primaria, Normal Nuestra Señora de Fátima, Colegio Virginia Rossi, Manaure y Obra social.

Un mensaje para las jóvenes que están sintiendo este llamado, es que vale la pena dejarse enamorar del Señor y seguir con Él hasta lo último, no es solamente probar, es abrir el corazón para que Él more en ellas y se decidan seguirlo en todo momento.

 

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