Pastoral Juvenil MJS
Entre los meses de mayo y junio del 2021, se realizó la visita pastoral en las comunidades de la Inspectoría Santa María Mazzarello. Participaron las Hermanas de cada comunidad, jóvenes de los consejos locales del MJS y los jóvenes del diplomado de líderes animadores juveniles.
Los objetivos principales al realizar esta visita pastoral fueron presentar a las comunidades el plan formativo del MJS Colombia y la carta de identidad, entregar los diplomas a los líderes animadores juveniles de la III cohorte que recibieron sus grados de manera virtual y realizar la jornada formativa con los consejos locales del MJS para presentarles la carta de identidad. En este espacio además de mirar un poco los procesos pastorales de cada obra, se presentó a las hermanas dos herramientas formativas que se han venido trabajando en los últimos años con el equipo de delegados de pastoral juvenil.
En primer lugar, el plan formativo del MJS Colombia, una herramienta que se construyó en el 2009 por el equipo de delegados de pastoral como instrumento formativo para el plan de animadores juveniles comunitarios. En el 2007 se inició el proceso de vincular este plan formativo de animadores comunitarios al plan formativo para el MJS Colombia.
En segundo lugar, la actualización de la carta de identidad del MJS Colombia, un instrumento donde los jóvenes pueden encontrar su identidad dentro del MJS e ir construyendo su camino formativo con un itinerario seguro. En Santa Teresa y en los colegios de la costa se hizo entrega del diploma de manera presencial a las jóvenes que recibieron su certificación de la diplomatura de animadores juveniles comunitarios.
Finalmente se realizó también en cada comunidad de manera virtual y en otras presencial la jornada formativa con los consejos locales de MJS, un espacio donde se presentó a los jóvenes la carta de identidad del MJS y se les motivo a seguir fortaleciendo su identidad salesiana y a continuar trabajando para que la espiritualidad juvenil salesiana sea para ellos un estilo de vida.
Por: sor Consuelo Giraldo