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19
Sep
600 jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano de Colombia se encontraron para vivir juntos la aventura de ser discípulos de Jesús.
Del 1 al 4 de septiembre del 2022 se llevó a cabo el IV Encuentro Nacional del MJS Colombia. Con el lema “Joven tiempo de brillar” 583 se reunieron para vivir juntos la aventura de ser discípulos de Jesús.
El día jueves se realizó la bienvenida y la conformación de las comunidades que se identificaron con algunos discípulos de ayer y de hoy. En la noche alrededor de una fogata se vivió un espacio de oración, donde se reconoció el llamado que Jesús hizo a sus discípulos.
El día viernes en la mañana los jóvenes recibieron el saludo de Sor Sara Sierra, Inspectora de la Provincia Madre Mazzarello, luego tuvieron una lectio divina por comunidades, tanto en la mañana como en la tarde, se recorrieron las rutas del discipulado, donde se dio la posibilidad de que se confrontaran con los diversos llamados que recibe un discípulo, con los desvíos que se pueden encontrar en el camino y los puede alejar de la opción por Jesús y su evangelio.
En la noche se vivió un momento de adoración acompañado por Estación Cero. A través de la oración y el canto los jóvenes tuvieron un espacio de conexión con Dios.
El sábado en horas de la mañana, se realizó una peregrinación, los jóvenes acompañados de la Virgen María recorrieron el camino del discipulado orando el rosario y reconociendo las realidades que los rodea. Esta peregrinación fue hasta el parque de San Jerónimo.
En las horas de la tarde se vivió el museo del discipulado, y cada comunidad presentó de forma creativa la vida y obra de los discípulos de ayer y de hoy.
En la noche, al mejor estilo salesiano, se disfrutó del MJS FEST II, un momento donde los jóvenes compartieron sus dones y talentos, culminó con una gran fiesta de colores, y por medio del baile y el canto se sintió la alegría del Carisma Salesiano.
El domingo en la mañana se presentó el itinerario de la propuesta pastoral 2023-2025. Después se dio un espacio para evaluar el encuentro y se cerró con la celebración de la Eucaristía y el envió de los jóvenes a sus comunidades.
Por Sor Consuelo Giraldo
