Entrega y servicio
El 26 de mayo del 2022 se celebraron los 25 años de fundación de la Obra Social CMM. Junto con benefactores, voluntarias y hermanas, se realizó una cena en la cual se dio las gracias por este tiempo de entrega generosa y la ayuda de todos para mantener viva esta misión que es de promoción a la mujer, cabeza de familia, en la cual se busca que aprendan un arte.
También se realizó un recorrido por la historia de fundación de la obra, Sor Marta dio unas palabras y se hizo un brindis.
A continuación testimonios de mujeres que hacen parte de está gran Obra:
Para mi, la obra social es un gran OASIS. Cuando la imaginé por consejo de mi hija, me propuse darle un rumbo distinto a mi vida, donde yo pudiera conocer a otras personas, otras formas de vida con sus necesidades, sus aspiraciones, sus logros y encontré este gran OASIS, donde llegan mujeres, algunas veces cansadas y sedientas de aprender para continuar un camino lleno de esperanza y otras buscando perfeccionar sus saberes e integrarse como sociedad. En este gran OASIS, se encuentra un árbol (las hermanas y las voluntarias) dispuestas con su sombra a reparar la fuerza, la voluntad y el emprendimiento. 22 años perteneciendo a la obra y agradeciéndole al Señor Dios y a nuestra Madre Auxiliadora por la vida y la bondad de las hermanas, las voluntarias y los benefactores que con sus donaciones, fortalecen la obra cada día y nos dan la oportunidad de hacer este apostolado maravilloso.
Cuando llegué, yo estaba atravesando un dolor profundo por la pérdida de mi madre y la obra social me dio esa paz espiritual, la sabiduría para enfrentar ese duro proceso. Para mi ser voluntaria es algo que nace desde el corazón, es dar sin recibir nada a cambio, porque lo más gratificante es al final de curso, cómo muchas personas qué no sabían nada tienen un poco más de conocimiento, para ello yo siempre le coloco amor, pasión y sobre todo, una pizca de felicidad, transmitirle a todas esas mujeres que deben aprovechar ese tiempo que hoy Dios les está regalando.
Ser voluntaria en la Obra Social es pertenecer a una familia espiritual, donde todas trabajamos con amor aportando lo poco que tenemos, y recibimos muchísimo más, ¡tanto! que no se puede describir.
Para mi, la obra social ha significado dejar a un lado mi timidez, ha sido aprendizaje, entregar todo mi conocimiento a otras personas y la satisfacción de ellas recibir con ese amor e interés. No es solo el dar, también es aprender de todas las que allí están.
Para mi, pertenecer a la Obra significa compartir parte de lo que me ha dado Dios y la vida con una entidad al servicio de los que más necesitan, además de compartir con personas maravillosas y serviciales.
Pertenecer a la obra social significa: alegría, servicio, amor, compartir, amistad y tener un motivo para salir de la casa.
Quisiera vivir un poco más cerca para dar más tiempo a la Obra, sin embargo siento que el tiempo y el amor que dedico se ve muy reflejado en las alumnas con quienes compartimos vivencias y nos ayudamos a vivir cada vez con mas alegría, amor, generosidad, superación.
Es un regalo que Dios me dio, para aprender, compartir los dones que Él me ha dado y ver felicidad de quien los reciben.
Es la oportunidad de sentirme útil al compartir con quién lo necesita: en una conversación, una ayuda, un servicio y a la vez, se da la oportunidad de conocer más personas que tienen el mismo interés, donde se da un ambiente familiar y de amistad.
Gracias a Sofia Mesa, Marta Otálvaro, Oferta Cardona, Yenny Zuluaga, Tere Tres Palacio y Laura López por sus palabras y expresar lo que significa para ustedes la Obra Social.
Por Sor Jessenia Ibargüen
Conocí esta gran Obra Social desde su inicio, me alegra desde el corazón saber que ya celebren sus primeros 25 años de existencia, entregando a mujeres de escasos recursos económicos, conocimientos y herramientas de trabajo para solventar su situación, empoderarse y hacerle frente a la vida con dignidad, principios cristianos y valores humanos. Cariñoso abrazo para Sor Martha Múnera y sus colaboradoras.