UNA NUEVA FORMA DE EXISTENCIA. La Inspectoría frente a los retos de la pandemia.
La pandemia causada por La Covid-19 ha forzado a varios países, incluyendo Colombia, a implementar el aislamiento colectivo como una de las medidas más efectivas para contener la velocidad de contagio, desafiándonos en todos nuestros ámbitos. Sin duda uno de los sectores que puso a prueba este virus fue el educativo, con la cancelación de las actividades académicas presenciales. En Colombia, al igual que en otros países afectados por la pandemia, se tomó la medida de cerrar los colegios. Ante esta coyuntura, la estrategia más pertinente para no suspender las clases y afectar el calendario escolar fue la de reemplazar las clases presenciales por las virtuales. Sin embargo, quedó en evidencia que esta posibilidad ha sido truncada principalmente por tres motivos: el primero, la falta de acceso a herramientas tecnológicas en los hogares de los estudiantes; el segundo, la carencia de competencias digitales por parte de los maestros y el tercero, la escasez de una infraestructura y dotación tecnológica moderna y suficiente en nuestras obras educativas.
Pero esto no nos ha detenido. Como Inspectoría hemos implementado un abanico de estrategias y respuestas a la situación, para continuar brindando acompañamiento a nuestros interlocutores.
En el ámbito de lo técnico se han elaborado planes estratégicos para modernizar y cualificar, a mediano y largo plazo, nuestra infraestructura tecnológica. Sin embargo, lo más importante, es que hemos podido facilitar estos recursos a nuestros estudiantes para que puedan acceder al estudio desde sus hogares, también se ha brindado apoyo económico para financiar el servicio del internet y se han elaborado materiales didácticos, en formato físico, para llevar hasta las casas de quienes viven en el campo y no tienen acceso a las redes.
El aspecto económico ha sido uno de los más golpeados y que nos afecta en primera persona y sobre todo a nuestras interlocutores. Por eso, como Inspectoría, nos hemos propuesto reducir los costos educativos y ofrecer alternativas de alivio en los pagos. Además, se han gestionado subsidios estatales para que las familias puedan pagar los costos educativos en la escuela privada. La situación nos ha llevado a crear alianzas estratégicas y formar una red de apoyo con fundaciones y familias de mayor estabilidad económica para que apadrinen a quienes son menos favorecidos. Además, a nivel interno, hemos tomado posición frente a esta crisis, haciendo opciones de esencialidad y de optimización de los recursos.
Ya que la opción principal de nuestra Inspectoría es la escuela, el reto más grande ha sido salirle al paso a la crisis a través de una sólida formación pedagógica. El trabajo cooperativo con los equipos docentes ha permitido una organización rápida, inteligente y proactiva en la resignificación de la propuesta educativa, en la cual se ha trabajado sobre la prioritario. Para ello se han implementado diversos canales de comunicación constante, asertiva y empática con los diversos interlocutores, se ha hecho uso de diversas plataformas para encuentros sincrónicos. Cada obra educativa ha desarrollado programas que han favorecido el sentido de pertenencia, el espíritu de familia, la unidad de criterios y la construcción de un horizonte de sentido compartido. En fin, hemos descubierto una nueva forma de existencia de la propuesta formativa.
Por último, la pastoral juvenil ha hecho todo lo posible por seguir favoreciendo el crecimiento en la fe de nuestros jóvenes y la asunción de sus compromisos ciudadanos. También nuestro plan pastoral se ha adecuado para ofrecerse a través de la virtualidad, se han resignificado los procesos de formación humano cristiana, buscando iluminar y dar sentido al tiempo de pandemia. Se ha dado continuidad a los procesos bajo formas distintas, del Movimiento Juvenil salesiano, los grupos de la familia salesiana y la Propuesta pastoral, a través de un trabajo interprovincial con el apoyo de medios y mediaciones virtuales. Hemos sostenido las experiencias de catequesis presacramental y se han hecho convocatorias a acciones solidarias para ayudar y salir al encuentro de los más necesitados.
VIDEO DE LA PASTORAL JUVENIL CMM
La pandemia continúa y los retos también. Tenemos la certeza que la Virgen de los tiempos difíciles irá guiando su obra y que nos ayudará a continuar ofreciendo una educación desde la vida y para la vida, que promueva el desarrollo del pensamiento reflexivo y crítico, el compromiso humano cristiano en los procesos de transformación social para el ejercicio de la ciudadanía activa.