Fiesta de María Auxiliadora en Santa Bárbara. (Ant)
El 24 de mayo, el pueblo de Santa Bárbara, Antioquia y la Familia Salesiana celebraron con gozo, fe y alegría la Fiesta de María Auxiliadora.
La Comunidad María Auxiliadora junto a todo el pueblo de Santa Bárbara celebra con alegría la fiesta de su Madre y Reina el día 24 de mayo a las 4:00pm en el templo parroquial; todos se unen en acción de gracias a la Sagrada Eucaristía presidida por el sacerdote diocesano Daniel Acevedo Vanegas, confiando en la intercesión de la Virgen María el cese de la pandemia y el don de la paz en Colombia bajo el lema: “Auxiliadora y Madre, esperanza en los tiempos difíciles.”
La Familia Salesiana se hizo presente en la preparación y participación de la liturgia y junto a las demás personas devotas a María Auxiliadora rindieron un homenaje en acción de gracias por tantos dones recibidos de tan buena madre. En la celebración mariana se sintió la presencia de todo el pueblo, que manifestaba un gozo indescriptible al poder participar de esta fiesta con responsabilidad y viviendo los protocolos de bioseguridad. Fue una festividad muy significativa para todos, se sentía la fuerte devoción y amor que se tiene a María Auxiliadora en el pueblo de Santa Bárbara, la reconocen como la intercesora fiel en la que nadie nunca queda defraudado.
El 24 de mayo fue un homenaje a María Auxiliadora preparado desde la sencillez y la humildad de la gente; con fe y devoción participaron de los nueve días de la santa novena y el rosario; cada día se hizo presente un estamento o una institución significativa del pueblo, con un gran sentido de pertenencia respondieron con la preparación litúrgica, el acompañamiento musical y una ofrenda por los más pobres. Se hizo visible la solidaridad y la generosidad de muchas personas que, en honor a la Virgen Auxiliadora, quisieron llegar a quienes más están sufriendo a causa de la emergencia sanitaria. Además, no faltaron los mensajes de gratitud, los detalles, augurios y felicitaciones para las Hijas de María Auxiliadora, reconociendo en cada una de las hermanas un signo visible del amor maternal de la virgen, quienes con alegría y sencillez día a día se hacen monumento vivo de gratitud a la Auxiliadora en la misión confiada.
Por: sor Ana Milena Jaramillo