Cómo María peregrinos de esperanza, constructores del amor

06
Jun

Niños, jóvenes y adultos peregrinamos con María.

Mayo fue un mes de gozo y alegría, nuestra Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Copacabana se vistió de fiesta, se llenó de color y se engalanó con luces, flores y hermosas oraciones salidas del corazón de cada una de las personas que conforman la comunidad educativa, todo esto porque celebrábamos el mes de nuestra patrona, de la Madre de todos, de la maestra y amiga, el mes de nuestra Auxiliadora.

Al llegar mayo cada espacio desde donde nos mira la Virgen se convirtió en un lugar para contemplarla y para reconocerla caminando junto a nosotros, las cintas azules y rosadas, las estrellas y las mariposas, las flores y las luces la embellecieron para recordarnos nuestra profunda identidad Mariana. Caminando por cada uno de estos altares, para rezar el rosario y pedirle a ella que interceda por las intenciones de toda la comunidad, se dio apertura a este mes, de manera especial pusimos en sus manos la salud de Susana, una de nuestras estudiantes, repitiendo una y otra vez “Mírala oh María, mírala otra vez, pues todo lo que tú miras, lo mira Jesús también” porque tenemos la certeza que ella es la esperanza de los enfermos, de los que sufren y sobre todo de los que confían.

Durante este tiempo, todos; niños, jóvenes y adultos peregrinamos con María asumiendo en la propia vida los valores que nos enseña. A través de los juegos deportivos inaugurados con gran entusiasmo al inicio del mes, vivimos la alegría salesiana y la unidad. En los salones, tanto los grupos de bachillerato como los de primaria le preparamos un lugar a la Virgen para honrarla y afianzar junto a ella las virtudes de la fe y la esperanza. En el día a día nos esforzamos por mirar con sus ojos, para identificar las necesidades de los otro y vivir a través de los gestos de solidaridad y de entrega la caridad cristiana. En las novenas realizadas durante los buenos días con la participación activa y creativa de estudiantes y profesores y también en la parroquia con el acompañamiento de otras instituciones del municipio y de los grupos de la familia salesiana acrecentamos el fervor y el sentido de pertenencia.

Después de peregrinar con María durante varios días en su novena celebramos con ella y para ella el gran día. Iniciamos con la Eucaristía, preparada con profundo amor por pequeños y grandes, el canto del grupo musical de la institución y la homilía del salesiano Cesar Mejía centrada en la figura de María como madre de Cristo y de toda la humanidad, como maestra y amiga, permitió que esta fiesta fuera una verdadera acción de gracias y un encuentro real con Jesús. Los espacios de juego y arte crearon un verdadero ambiente de fraternidad y el teatro preparado por los estudiantes del grado Undécimo y titulado “Entre mundos” nos recordó la importancia de peregrinar, no solo buscando la meta sino valorando el proceso, los acontecimientos del camino, la compañía y los aprendizajes. La jornada terminó con el desfile de los estudiantes en las calles de Copacabana y la Eucaristía y el encuentro de las exalumnas, momentos para decir con el testimonio que la Auxiliadora está realmente presente en nuestras vidas y en la historia de nuestra Institución.

Al concluir el mes de mayo, la magia, el canto y la poesía se convirtieron en la mejor forma de decirle a la Virgen cuanto la amamos, por eso todos a una voz repetimos Viva María Auxiliadora, nuestra madre y protectora.

– Sor Bibiana Herrera

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