“y no vivo yo, sino es Cristo quien vive en mi”

01
Abr

“Dejar actuar la gracia de Dios en mi, para que como barro en sus manos, me de la forma que sueña y me convierta en instrumento de su amor inagotable”

Tuvimos la oportunidad de vivir el día martes 26 de marzo, el retiro de voluntarias, acompañado por Sor Yolima posada y Sor Olga Lucia Vélez; momento que sin duda alguna movió nuestros corazones y nos invitó a reflexionar de qué manera hemos vivido durante este tiempo de voluntariado, hacer una evaluación de aquellos aspectos y situaciones que se nos presentan y cómo queremos vivir el tiempo que aún nos falta para su culminación.

Dios da forma a nuestras vidas con amor, por esta razón, retomamos el concepto de vocación, conociendo que es un llamado el cual Dios hace y espera que respondamos con total libertad, para así, dar inicio a la formación que nos invita a disponernos a dejar actuar la gracia del señor en nuestros corazones. Como jóvenes que estamos en un proceso de discernimiento vocacional, debemos de tener total apertura para escuchar la voz de Dios, y prestar singular atención a las mediaciones que se presentan en nuestro camino, fortaleciendo también el espíritu de oración y meditación en la palabra.

Para dar una respuesta libre a el llamado que se nos hace, debemos conocernos y hacer un viaje hacia nuestro interior, identificando y resolviendo los siguientes interrogantes: ¿cómo actuamos? ¿Qué nos empuja a actuar de esa forma? Y ¿cuáles son nuestras motivaciones?, estas preguntas solo se responden reconociendo en nosotras mismas las necesidades, actitudes y valores que como personas tenemos, y cómo estas nos ayudan o causan dificultades para dar una respuesta ante el Don del llamado vocacional.

En el retiro se nos proporcionaron las claves para identificar las necesidades disonantes y neutrales que poseemos, y que hacer con ellas; Aceptarlas, entenderlas y ordenarlas a la luz de los valores cristianos, para así lograr que nuestras acciones sean motivadas por los valores y no por las necesidades propias; “un valor no nos dice que hacer concretamente, sino como ser” “El valor tiene carácter de elección y debe ser vivido, si la persona quiere vivirlo”

De esta manera podemos entregarnos gratuitamente a la misión y servicio, y lograr estar más cerca de la meta, la cual es la Configuración con Cristo, aquí es donde estamos llamadas a llegar, guiadas e iluminadas por el ejemplo de Jesús y entender con plenitud que “y no vivo yo, sino es Cristo quien vive en mi” (Gal 2,20)

Gracias a lo aprendido y vivido durante el retiro, y el tiempo transcurrido de este voluntariado, puedo decir con certeza que mi actuar cotidiano, debe dar testimonio de la vivencia de los valores cristianos, y que mi “yo real” se vaya acercando cada vez más a mi “yo ideal” dando una respuesta gratuita y generosa ante el llamado del señor, con total disponibilidad a dejar actuar la gracia de Dios en mi, para que como barro en sus manos, me de la forma que sueña y me convierta en instrumento de su amor inagotable.

Marie Ann Verdeza Navarro- Voluntaria Vocacional.

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