El corazón joven de Cristo

25
Ago

La Jornada Mundial de la Juventud, un auténtico encuentro con la universalidad de la Iglesia y con el corazón joven de Cristo.

La frase “En la vida nada es gratis, todo se paga, sólo hay una cosa gratis, el amor de Jesús” pronunciada por el Papa Francisco en la vigilia durante la JMJ en Lisboa, me llevó a dar gracias por los beneficios que el Señor en su infinita misericordia nos concede cada día y más en esta peregrinación que como MJS de Colombia realizamos. Fue una experiencia que ha tocado fuertemente la puerta de nuestro corazón y que nos invita a seguir entregando con valentía y decisión la vida por los jóvenes, porque esto no vale la pena, “vale la vida”

Esta aventura inició el 22 de julio cuando partimos hacia España un grupo de 65 peregrinos quienes con la alegría y la expectativa frente a lo que íbamos a vivir, nos lanzamos a dejar que el Señor hiciera su obra en nosotros a través de cada visita, espacio de oración, encuentro y personas con las que íbamos a compartir.

Quiero resaltar de manera especial la experiencia que viví en el tiempo de preparación a la Jornada, porque me renovó profundamente en mi vocación como religiosa salesiana y en mi deseo de entregar la vida hasta el final por la salvación de los jóvenes y la mía. El encuentro con Madre Mazzarello en Mornese, el contemplar a través de la ventana de la Valponasca lo que Dios ha hecho en mi propia historia, me llevó a sentir que esto es obra de Él y que su amor no tiene precio. Más adelante, fue el encuentro con nuestra Madre Auxiliadora en la majestuosa Basílica en Turín; fue imposible contener las lágrimas, pues una vez más compruebo que “Ella lo ha hecho todo en mi vida y en mi vocación”.

Esta experiencia de visitar los lugares santos salesianos, dispuso nuestro corazón para vivir con entusiasmo la Jornada Mundial de la Juventud, un auténtico encuentro con la universalidad de la Iglesia y con el corazón joven de Cristo.

¿Qué ha dejado esta Jornada? Un impulso renovado de fe, esperanza y caridad, el creer que los jóvenes sí son protagonistas del cambio, porque en cada mirada, sonrisa y testimonio de ellos, descubrí que la Iglesia sigue viva y busca promover la paz, la unidad y la hermandad entre todos.

La JMJ Lisboa 2023, pero de manera especial la preparación con la visita a los lugares santos salesianos, me llenó el alma de entusiasmo y gozo. Por todo lo vivido agradezco y alabo a Dios.

Sor Claudia Patricia Bermúdez Suaza

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