
Voces distintas, una misma búsqueda…
Los días 22 y 23 de julio, la Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima abrió sus puertas a 23 maestros y directivos docentes provenientes del Caribe colombiano, en el marco de la pasantía pedagógica contemplada en el programa de formación para el tránsito de Establecimientos Educativos Oficiales hacia Escuelas Normales Superiores, promovido por el Ministerio de Educación Nacional, con la alianza Universidad del Norte de Barranquilla y Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima de Sabanagrande – Atlántico.
Participaron docentes y directivos de la Institución Educativa José Guillermo Castro Castro (La Jagua de Ibirico, Cesar), del colegio Denzil Escolar (Riohacha, La Guajira) y del Liceo Ariguaní (Magdalena). Durante la experiencia, se generaron espacios de diálogo y reflexión que permitieron el acercamiento al modelo formativo de la Escuela Normal Superior. Algunas de las estrategias desarrolladas como: conversatorios, estaciones y círculos de aprendizajes, recorridos por diferentes espacios académicos y pedagógicos dieron lugar a un verdadero intercambio de saberes, centrados en los desafíos del tránsito hacia las Escuelas Normales Superiores.
Más que una formación académica, la pasantía fue una travesía colectiva a través de distintos puertos pedagógicos—un simbolismo que acompañó esta rica experiencia. Cada maestro trajo consigo la esencia de su territorio, el calor humano de sus aulas y los sueños vivos de sus comunidades. La diversidad geográfica se convirtió en fuente de aprendizaje compartido: voces distintas, una misma búsqueda… construir una educación capaz de transformar realidades y aportar al desarrollo de los territorios.
A lo largo de esta experiencia, los participantes navegaron por puertos pedagógicos que les permitieron mirar con nuevos ojos sus propios contextos educativos, al tiempo que se apropiaban de los pilares formativos de la Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima. El acento caribe acompañó cada paso, como canto de identidad, diversidad y fortaleza colectiva.
Este encuentro fue también ocasión para seguir celebrando los 75 años de la Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima formando educadores, bajo el lema “75 años inspirando maestros para un futuro brillante”. La conmemoración reafirmó el compromiso de la institución con la excelencia pedagógica, en diálogo constante con los nuevos retos educativos.
La planificación estuvo a cargo del equipo de maestras formadoras de la Normal que acompañan a cada una de las instituciones educativas participantes, en articulación con el núcleo de pedagogía y práctica, como parte del proyecto desarrollado en alianza con la Universidad del Norte. Esta colaboración dio lugar a propuestas significativas, construidas desde la colectividad y enriquecidas por las voces de diversos actores de la comunidad educativa.
Uno de los momentos más significativos de la pasantía fue la jornada del segundo día, dedicada a conocer los espacios rurales donde la Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima lleva a cabo la práctica pedagógica investigativa: las sedes “El Uvito” y “Burrusco”. Los visitantes se adentraron en las dinámicas educativas propias del contexto rural, observando de cerca la labor de los jóvenes, maestros en formación del Programa de Formación Complementaria, quienes desarrollaron didácticas específicas en el aula, articulando saberes escolares con las realidades del territorio y pusieron en escena el proyecto de convivencia y paz, con amplia trayectoria en la Escuela Normal. Esta vivencia permitió reconocer los retos que enfrentan estas comunidades, así como las valiosas oportunidades que surgen desde su propio entorno, reafirmando el poder transformador de una pedagogía situada.
Después de esta gran experiencia los maestros regresan a sus territorios con la alegría de haber compartido saberes, vivencias y sueños. Regresan fortalecidos, con la mirada puesta en la transformación, y con el firme deseo de constituirse en Escuelas Normales Superiores capaces de sembrar esperanza, formar maestros y construir un futuro brillante para sus comunidades.
-Sor Emma Quintero y Sandra Osorio


