Guía y fuerza del camino.
El retiro de los Salesianos Cooperadores, se vivió como una experiencia intensa de encuentro interior. Bajo la certeza de que Jesús es la voz que guía, la fuerza que sostiene y el amor que salva, cada participante emprendió un camino personal de silencio, escucha y oración.
A lo largo de las meditaciones, los asistentes fueron conducidos a mirar hacia lo más hondo del corazón, a descubrir lo que Jesús susurra en lo secreto del alma y a reconocer cómo su presencia ilumina, sostiene en la fragilidad y restaura con ternura. El ambiente de silencio —sereno, respetado y compartido— se convirtió en un auténtico espacio sagrado, donde cada persona pudo abrirse a un diálogo profundo, sincero y transformador con el Señor.
El carisma salesiano enriqueció aún más la jornada: las Hijas de María Auxiliadora, con su testimonio de entrega alegre y gratitud viva, y los Salesianos Cooperadores, con su compromiso constante de servicio y presencia, aportaron cada uno su luz, su oración y su disponibilidad a dejarse tocar por Dios.
A todos ellos, un agradecimiento sincero por la participación, la apertura del corazón y la fraternidad que dieron forma a este día de gracia. Que lo vivido siga resonando en cada uno y nos impulse a llevar a Jesús —guía, fuerza y amor— a nuestras familias, comunidades y ambientes de misión.
-Carmenza Rosa Hernández Osorno
Salesiana Cooperadora – Santa Bárbara