Vivencia llena de Dios, de aprendizajes y desafíos.
Desde el 12 de noviembre, las niñas indígenas de la Casa María Auxiliadora, Chocó, comenzaron su receso estudiantil. Gracias a Dios, y al esfuerzo y dedicación de todas, las ocho niñas lograron aprobar el año escolar.
Adaptarse a la realidad de la población afro no fue fácil para ellas, pero al llegar al colegio fueron recibidas con calidez tanto por las directivas como por los estudiantes. Su compromiso a lo largo del año se reflejó en las excelentes calificaciones que obtuvieron, destacándose entre las primeras en cada período.
El 25 de noviembre, las cuatro últimas niñas regresaron a sus comunidades para disfrutar de este tiempo de descanso. Tanto los padres como las niñas expresaron su agradecimiento por la dedicación, el amor y el esfuerzo de las hermanas hacia ellas. Manifiestan estar muy satisfechos con la formación integral que sus hijas reciben en esta casa salesiana, y las niñas reconocen el esfuerzo, la cercanía y el cariño de la comunidad de las FMA.
La experiencia del internado indígena fue profundamente significativa con la oportunidad de conocer una nueva cultura, sus realidades, y el poder abrirse poco a poco para comprender sus comportamientos, sin juzgar ni imponer, sino buscando entender y conocer. Fue una vivencia llena de Dios, de aprendizajes y desafíos en un contexto cultural distinto.
Agradecemos a Dios y a todos los benefactores por su apoyo a la Casa María Auxiliadora.
Sor Jessenia Ibargüen