Marie Ann Verdeza Navarro, está realizando su voluntariado vocacional en la comunidad de Copacabana, Antioquia.
¿Qué expectativas tienes de esta experiencia? En esta nueva experiencia, espero poder seguir creciendo y madurando en mi vocación, aprender cada día de las hermanas en su misión y en la vida comunitaria, para lograr así, fortalecer mi relación con el otro, con Cristo y entregarme sin medida por los niños y los jóvenes. Haciendo vida la frase de Don Bosco “Nos sirva de lección y de experiencia todo cuanto sucede”.
¿Cómo crees que este voluntariado pueda influir en tu crecimiento personal y vocacional? Durante este tiempo son muchas las enseñanzas y aprendizajes que se pueden adquirir, por eso estar atenta a las mediaciones de Dios en mi vida es para mí una prioridad, mantener mi corazón sereno y saber leer cada momento en clave de fé. Siendo partícipe de un carisma “Contemplativo en la acción” estrechando los lazos con Dios por medio del otro, Amar a mi hermano para amar con más sinceridad y coherencia al señor, meditando en su palabra y recordando cada día, que estoy para ser instrumento de su amor inagotable y misericordioso. Es el momento preciso para analizar y releer mi propia historia, entendiendo cuando y como Dios ha hecho presencia en mi vida y transformar de esa manera poco a poco mi corazón , en uno más agradable a Él.
¿Qué esperas de la comunidad donde te encuentras? Espero aprender cómo ser signo de presencia que genere vida dentro de la comunidad, en donde a pesar de que cada hermana posea personalidades y dones distintos, se encuentre la riqueza en la diferencia, creando así un ambiente de crecimiento común, en donde florezcan la confianza, La alegría y el amor fraterno, Como lo decía la Madre Mazzarello: “Estad siempre unidas con el corazón”.
¿Qué aspectos de la espiritualidad salesiana esperas profundizar durante tu tiempo como voluntaria? La vivencia responsable de lo cotidiano, la alegría y el encuentro vivo con Jesús. Recordando siempre que es una espiritualidad juvenil que implica estar siempre atentos para encontrarnos con Dios, Alegres para vivir con familiaridad y optimismo, vivir con cristo una experiencia fuerte de fé misionera, experimentando la comunión en la iglesia, y esparciendo por todo el mundo con una voz cargada de esperanza, la alegría de la buena noticia con amabilidad, generosidad y caridad pastoral.
¿Qué mensaje o consejo le darías a otros jóvenes que estén considerando hacer voluntariado? Para Hacer experiencia de Dios en nuestras vidas también es preciso hacer experiencia con el otro; “venid y veréis” es justamente la mejor manera de confrontar realidades y discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas, dejarse tocar por el espíritu y mantener el corazón abierto a una oportunidad que sin duda transforma la vida en muchos sentidos, que enriquece no solo nuestro ser, sino también nuestra vida espiritual. Lo más bonito es crear conexiones y lazos de fraternidad y así, seguir construyendo un proyecto de vida que tenga como motivación seguir a Jesús hasta las últimas consecuencias.
¿Hacia quienes nos dirigimos? Hacía aquellos niños y jóvenes vulnerables y sumergidos en el mundo, brindándoles una luz de esperanza cargada de paciencia y amor. y ¿Por quién lo hacemos?, Por aquel que dio su vida por nosotros y nos llama constantemente a servir con santidad.