Manos extendidas que colaboran en la misión salesiana.
El 24 de octubre, la comunidad San Juan Bosco de Belén vivió una jornada llena de fe y alegría en el marco de la conmemoración de María Auxiliadora. En un ambiente de fraternidad, se llevó a cabo el acto de entrega del diploma de agregación del grupo ADMA primario de Valdocco, Turín, ocasión que reunió a los distintos grupos de la Familia Salesiana.
El encuentro inició con un rosario peregrino, rezado con fervor por los asistentes. Participaron activamente las Hermanas Salesianas, exalumnas, salesianos cooperadores, el grupo local de ADMA y miembros de la comunidad Santa Mónica, quienes se unen mensualmente a las actividades pastorales del grupo.
Posteriormente, se celebró la Eucaristía, punto central de la jornada, presidida por el Padre Armando Álvarez, SDB. Durante la homilía, el sacerdote ofreció una profunda catequesis sobre la espiritualidad salesiana, resaltando la riqueza de pertenecer a esta gran familia y la misión que cada grupo desempeña dentro de ella. Dirigiéndose especialmente al grupo ADMA, felicitó a sus integrantes por su protagonismo y recordó que “es la hora de los laicos, llamados a ser los brazos extendidos de la comunidad salesiana para continuar construyendo el Reino de Dios”.
Concluida la celebración eucarística, los asistentes compartieron un momento fraterno de convivencia y alegría, acompañado de un refrigerio que fortaleció los lazos de amistad y pertenencia. En medio de este ambiente festivo, se realizó la entrega solemne del diploma de agregación, signo visible de comunión con el grupo primario de Valdocco.
Con esta ceremonia, se concluye la entrega de diplomas a los tres centros de ADMA existentes en la Inspectoría. La comunidad expresó su gratitud a Dios por este don de comunión y por el compromiso de los laicos, verdaderas manos extendidas que colaboran en la misión salesiana de sembrar esperanza y generar vida en el mundo.
-Sor Margarita María Fonnegra