
Un tiempo de gracia, perdón y renovación.
En el marco del Jubileo de la Esperanza, la Institución Educativa Escuela Normal Superior Pedro Justo Berrío vivió el Jubileo de los niños y los jóvenes, fue una jornada profundamente significativa, marcada por la fe, la alegría y el encuentro fraterno. Esta celebración, que forma parte del camino sinodal propuesto por la Iglesia, invitó a cada persona que participó a renovar la espiritualidad y a reconocer el valor de la niñez y juventud como fuerza viva dentro de la comunidad.
Semanas anteriores, toda la Institución se preparó espiritualmente para este gran acontecimiento. A través de la confesión, la Eucaristía, reflexiones, dinámicas y momentos de oración, los niños y jóvenes fueron comprendiendo el sentido del Jubileo: un tiempo de gracia, perdón y renovación del compromiso con Cristo. Las aulas se convirtieron en espacios de diálogo sobre la fe, los valores y el papel transformador de la niñez y la juventud en la sociedad y en la Iglesia.
Uno de los momentos más emotivos fue la peregrinación hacia la Catedral de Santa Rosa de Osos, símbolo de unidad y comunión. Con gran entusiasmo, los estudiantes caminaron juntos como verdaderos peregrinos, dando testimonio de fe en las calles. Fue una expresión de alegría cristiana.
La celebración culminó con la Santa Misa en la Catedral, donde toda la comunidad educativa se reunió como una gran familia de fe. Allí, niños, jóvenes, docentes, hermanas, padres de familia compartieron la Eucaristía con profundo recogimiento, esta fue precedida por el Pbro. Luis Alfonso Urrego, administrador Diocesano de Santa Rosa de Osos, quien resaltó la importancia de vivir con amor, esperanza y compromiso cristiano en el día a día.
El ambiente fue de auténtica comunión, donde se sintió el amor de Dios presente en cada gesto, canto y oración. Fue un momento para agradecer, pedir perdón y renovar nuestra misión como miembros activos de la Iglesia, reafirmando el compromiso de seguir caminando juntos, guiados por el Evangelio, con la mirada puesta en Jesús y con el corazón dispuesto a servir.
– Sor Tania Blandón


