Corazón manso, humilde y lleno de esperanza.
El retiro espiritual “Jesús en el Corazón”, organizado por los Salesianos Cooperadores de Santa Bárbara el 8 de noviembre, se convirtió en una experiencia profundamente enriquecedora y llena de fe. Desde el primer momento, el ambiente estuvo marcado por un silencio sereno y un espíritu de unión que permitió a cada participante abrir el corazón a la presencia de Dios.
La participación activa de las Exalumnas Salesianas Unión Santa Bárbara imprimió entusiasmo y fraternidad, haciendo de este encuentro un verdadero espacio de crecimiento espiritual compartido.
Escuchar a Dios desde el silencio: La jornada inició con la invitación de Sor Miryam Consuelo Ríos a disponerse interiormente para escuchar a Dios y acoger con profundidad los temas del retiro. A partir de allí se desarrollaron tres momentos de reflexión que animaron a mirar hacia el interior con humildad y amor.
El primero, “Jesús habita en el corazón de quien se abre al amor”, fue guiado por Guillermo Franco, quien recordó que solo un corazón dispuesto y amoroso puede percibir la dulce presencia de Cristo en lo cotidiano.
Luego, Margarita Londoño condujo el espacio “Un corazón como el de Jesús: manso y humilde”, animando a cultivar la ternura, la paciencia y la compasión; un camino desafiante pero posible cuando el propósito es llegar a Él.
Finalmente, el joven Jerónimo Echeverri Rendón cerró con la reflexión “María, mujer de esperanza”, destacando la confianza total de la Virgen en la voluntad de Dios y dejando una pregunta para interiorizar: ¿Qué significa hoy, en mi vida concreta, repetir con María: “Hágase en mí según tu Palabra”?
Tras cada intervención, se ofreció un valioso tiempo de silencio para que cada participante pudiera orar, meditar y dejar que Dios hablara en lo profundo de su corazón. Incluso durante el refrigerio —preparado con cariño por la señora Amparo del Socorro Echeverri— se conservó ese clima de serenidad y contemplación que marcó toda la experiencia.
Cantos que elevaron el espíritu: Un hermoso momento de alabanza, animado por Doris Alejandra Ayala y su guitarra, permitió que las voces se unieran en cantos de gratitud y alegría. Este espacio reforzó la vivencia central del retiro: Jesús habita verdaderamente en el corazón que se abre al amor.
Un cierre lleno de gracia: La jornada concluyó con lo más esencial para los católicos: la Sagrada Eucaristía, un encuentro profundo con Jesús y un acto de acción de gracias por las bendiciones recibidas. Este momento final iluminó todo lo vivido, renovando la fe, fortaleciendo la fraternidad como familia salesiana y recordando el llamado a vivir con un corazón manso, humilde y lleno de esperanza.
-Margarita María Arenas Gómez
Exalumna Salesiana Unión Santa Bárbara.