“Encontrándome, te encuentro”

24
Nov

Un camino de reflexión.

Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, la Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima ha venido desarrollando las convivencias escolares para las estudiantes de básica secundaria, media y del Programa de Formación Complementaria, además de incluir la participación de los docentes.

Bajo el lema “Encontrándome, te encuentro”, estas jornadas se han convertido en una oportunidad privilegiada para el crecimiento personal, espiritual y comunitario, invitando a cada participante a encontrarse consigo misma, con Dios y con los demás.

Las convivencias de los grados sexto a octavo se realizan en la Casa de Espiritualidad Luis Amigó, un espacio ideal para la reflexión y la oración. En ellas, las estudiantes abordan temas como la autoestima, la autoconfianza y el fortalecimiento socioemocional, con el acompañamiento de la organización Actos, que guía las dinámicas de integración y desarrollo personal.

Para los grados octavo y noveno, el encuentro se centra en el fortalecimiento de la dignidad humana, inspirado en el pasaje bíblico de la Samaritana. Estas jornadas cuentan con la guía de Sor Amada Rosa Romero, Shirley (psicoorientadora), Sor Lisber Zuluaga y Sor Emma Teresa, además del apoyo de los acompañantes de grupo y del Consejo de Padres de Familia, quienes comparten con entusiasmo estos espacios de crecimiento espiritual.

Las convivencias de los grados décimo y undécimo giran en torno a la búsqueda de la vocación profesional, iluminada por el texto bíblico del alfarero (Jeremías 18, 1-6), que invita a descubrir cómo Dios moldea la historia personal de cada uno. Este espacio es acompañado por una familia invitada, conformada por dos mujeres —una de ellas egresada de la institución—, quienes comparten su testimonio de fe y de vida, mostrando cómo han permitido que “el alfarero” actúe en su hogar.

Por su parte, los estudiantes del Programa de Formación Complementaria han vivido un retiro espiritual centrado en la vocación docente a la luz de la esperanza, una experiencia de introspección y proyección personal hacia su futuro como maestros.

Estas convivencias han sido calificadas como experiencias profundas y transformadoras. Las participantes han expresado que estos encuentros les han permitido fortalecer su ser interior, reforzar los lazos de amistad y compañerismo, y renovar su relación con Dios a través de la Palabra.

Esta experiencia ha dejado huellas significativas en la comunidad educativa, recordando que solo al encontrarnos con nosotros mismos, podemos abrir el corazón al encuentro con los demás y con Dios.

-Sor Lísber Arnoris Zuluaga Santa

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