Espacio de diálogo y análisis.
Durante los días 8 al 13 de abril, se llevó a cabo las visitas pastorales en la ciudad de Barranquilla. Del 15 al 18 de abril, se compartió con la comunidad educativa de la Institución Educativa Escuela Normal María Inmaculada de Manaure. Y en el mes de mayo se desarrollaron las jornadas de visitas en cada una de las obras de Antioquia. Estos días estuvieron marcados por un ambiente de reflexión y crecimiento tanto para estudiantes como para docentes. Cada salón de clases se convirtió en un espacio de diálogo y análisis sobre temáticas cruciales para la juventud salesiana.
Una de las facetas más destacadas de este evento fue la invitación y proyección para participar en diferentes movimientos salesianos, como el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), el Movimiento Infantil Salesiano (MIS) y Fuerza Juvenil Salesiana (FJS). Estos grupos representan una oportunidad única para los jóvenes de involucrarse activamente en la comunidad salesiana y contribuir a su crecimiento personal y espiritual.
Sin embargo, más allá de las actividades y los movimientos, el corazón mismo de este evento residía en la promoción de la Amorevolezza salesiana, una filosofía inspirada en el buen Pastor, que insta a todos a impregnar sus acciones diarias con amor y compasión. Una de las piedras angulares de estas jornadas fue la exploración del libro “Una Pastoral que Educa para Amar”, una obra de Antonella Sinagoga y Miguel Ángel García que ofrece una visión profunda sobre la importancia de educar a los jóvenes en el amor y las relaciones.
Durante las jornadas, se subrayó la importancia fundamental de la relación entre educadores y jóvenes, basada en valores como el amor, la confianza y el acompañamiento continuo. La experiencia práctica de la asistencia salesiana se presentó como un compendio de la pedagogía salesiana, destacando la necesidad de estar presente física y moralmente para proteger y estimular el desarrollo integral de los jóvenes.
Los educadores fueron resaltados como figuras clave en este proceso, llamados a ser modelos positivos de referencia y a compartir sus vidas con los jóvenes, brindándoles orientación y apoyo en su crecimiento personal. La orientación y el acompañamiento personalizados se identificaron como herramientas esenciales para el desarrollo integral de los jóvenes, resaltando la influencia positiva de la pedagogía de Don Bosco en este proceso de formación.
Obviamente se compartió la jornada de formación con los consejos locales del MJS reforzando por medio de juegos y actividades lúdicas valores importantes para fortalecer la vida en grupo, desarrollando específicamente el taller titulado “El Sueño de los 9 Años: Descubriendo Nuestra Misión”.
En conclusión, las visitas pastorales fueron una oportunidad para fortalecer el compromiso con la educación para el amor y la formación integral de la juventud, también proporcionaron un espacio significativo para la reflexión, el crecimiento y reforzar los lazos comunitarios dentro de la familia salesiana.
María Angelica Ruso y Sor Juliana González Cardona