Un compromiso interesante, exigente y titánica.
Desde sus inicios, las escuelas normales fueron pensadas en el régimen napoleónico, como Instituciones cuyo valor y espíritu misional era propender por la universalización de la cultura. En la actualidad, este ideal, si bien aún continúa teniendo vigencia, ha venido tomando matices de diversa índole, a razón de las diferentes exigencias que requieren las nuevas formas de configuración de las sociedades, de acuerdo con las dinámicas de los diferentes sistemas económicos experimentados a nivel local, regional, nacional y mundial.
Dentro de este marco de referencia conceptual, emergen las ideas que recrean una disciplina emergente, la ECOLOGIA INTEGRAL. Esta disciplina es de vital importancia empieza a configurarse en un universo conceptual tan amplio como lo es hablar de ECOLOGÍA + INTEGRAL , en un mundo en el que ahora somos tal vez un poco más conscientes de las plurirealidades que abordan las ciencias que integrarían o fundamentarían una EPISTEMOLOGIA , si se puede decir, de la ECOLOGIA, entendiendo acá la INTEGRALIDAD como una convergencia entre el mundo real y medible o ponderable (ciencias exactas) + el mundo espiritual ( el arte en todas sus manifestaciones como expresión de acercamiento a los trascendentes particulares, singulares y universales ) + cultura ( como fenómeno resultante de la exigencia existencial de cohabitar, con percepciones intimas, familiares y foráneas, los entornos naturales, simbólicos reales y surrealistas que habitamos en nuestra existencia singular y colectiva) ….
En este orden de ideas, las Escuelas Normales tienen una tarea, además de interesante y exigente, titánica, ya que deben aprender, como colectivo de intelectuales, académicos, maestros, artistas, a matizar las dinámicas que han pervivido en la escuela, y que deben ser repensadas, rediseñadas, y sometidas a ideas, nuevas y novedosas, para enseñar a todos los sujetos que interactúan en la comunidad educativa, cómo cohabitar en espacios reales, posibles y virtuales desde la realidad configurada por las prácticas culturales de la comunidad y las realidades emergentes, producto de la amalgama coexistente de las economías emergentes, de las cuales no somos protagonistas, sino espectadores, pero no espectadores activos , que sería el ideal, sino espectadores pasivos, ya que nuestro poder de decisión se ve inundado y nublado por las turbulencias existenciales que los medios de comunicación, en su afán de ser protagonistas, crean, recrean y tampolinan en espacios virtuales a los cuales tiene acceso, no solo los creadores, sino los consumidores de diversa y variada capacidad intelectual, que terminan convencidos de que el mundo en el que vivimos es una simulación.
Para el contexto cercano de la Escuela Normal Superior Pedro Justo Berrio, se vienen realizando esfuerzos de reflexión asociados a diálogos intergeneracionales que pongan de manifiesto las diferentes expectativas, ideas, acciones y dinámicas intergeneracionales asociadas al ejercicio de comprender las implicaciones que tiene en prospectiva de futuro las ideas exigidas por el marco conceptual de la ECOLOGIA INTEGRAL. Si bien se propende por el cuidado y la manutención de espacios físicos dignos que convoquen a las distintas generaciones que estudiante en estos espacios para la motivación por cultivar la vida en todas sus facetas, también se busca, de manera sistemática, persuasiva y pedagógica, contagiar a toda la comunidad educativa de cultivar buenas relaciones y un ambiente curtido de la Espiritualidad Salesiana, a través de la filosofía y al epistemología que respalda el Sistema Preventivo como ejercicio reflexivo, meditativo, pedagógico y practico que busca tejer lasos de familiaridad, no solo con el entorno, sino también con el otro y lo otro. Algunas de las líneas de reflexión que se vienen generando y gestionando desde el grupo administrativo, están relacionadas con las practicas asertivas de la prevención en relación con la salud mental, emocional y física de quienes convergen a la Institución.
Es una tarea del día a día que consiste en imaginar y soñar nuevos horizontes que permitan matizar de alguna manera los paradigmas que las diferentes prácticas educativas, las diferentes metodologías y demás acciones pedagógicas, puedan permear el ejercicio místico de la creación constante y continua de la energía de lo divino, circunscrito en la espira ascendente de las múltiples dualidades cósmicas en las cuales existimos como seres humanos.
Sor María de los Ángeles