Colorida y significativa manifestación de fe
Durante dos días llenos de entusiasmo, reflexión y compromiso, la comunidad educativa del Colegio María Auxiliadora de La Ceja vivió una experiencia inolvidable en torno al Jubileo de la Esperanza, un tiempo propicio para profundizar en el valor de esta virtud y su importancia en la vida cotidiana.
Como fruto del camino formativo, que incluyó espacios de diálogo, reflexión, dinámicas y oración, surgió la “Caravana de la Esperanza”, una colorida y significativa manifestación de fe que reunió a estudiantes y maestros en una expresión colectiva de oración, alegría y fraternidad.
La caravana, animada por cantos, bailes, banderas, carteles con mensajes esperanzadores y la presencia simbólica de la Cruz Peregrina, recorrió las instalaciones del colegio. En cada paso, los participantes elevaron plegarias a través de las letanías de la esperanza, orando por las realidades del mundo, por la paz, por las familias y por todos aquellos que más necesitan del amor de Dios.
El recorrido concluyó con un momento profundamente espiritual: la congregación de toda la comunidad en la capilla. Allí, se presentó ante Dios cada intención, cada agradecimiento y cada anhelo guardado en el corazón de quienes participaron. Fue un espacio para hacer silencio, para dejarse tocar por la presencia de Dios y para renovar el compromiso con la esperanza como motor de transformación personal y comunitaria.
La Caravana de la Esperanza fue mucho más que una actividad simbólica: fue un testimonio vivo de fe juvenil, una manifestación de unidad y una invitación a no perder la fe en el bien, en los demás y en el futuro.
Con estas jornadas festivas y espirituales, el Colegio María Auxiliadora de La Ceja reafirma su misión de educar desde la fe, promoviendo en sus estudiantes valores sólidos que les permitan ser portadores de esperanza en un mundo que tanto la necesita.
Sor Leidy Blandón
