
La solidaridad y el compromiso personal pueden hacer una diferencia en la vida de las personas.
Entre el 15 de marzo y el 16 de abril, la comunidad de Santa Bárbara vivió una vez más la cálida visita de la señora Carmenza Brief, quien, año tras año, se ha convertido en un pilar fundamental del Hogar Stefan. Durante más de 16 años, Carmenza ha llegado al hogar con una misión: ofrecer sorpresas, regalos y, sobre todo, su apoyo incondicional a las niñas internas y a la comunidad en general.
El compromiso de la señora Carmenza va más allá de simples gestos de generosidad; su labor se centra en acompañar a las niñas en sus actividades diarias, tanto en su trabajo escolar como en sus tareas cotidianas. Asume un papel maternal, llevándolas y recogiéndolas del colegio, interesándose por su desempeño académico y ayudándolas en sus estudios. A través de su conocimiento y cariño, les enseña no solo nuevas recetas de cocina, sino también valiosas lecciones sobre higiene personal y bienestar.
Gracias a las donaciones recolectadas entre sus amigos en Alemania, Carmenza ha logrado hacer reparaciones en el hogar, cubrir necesidades básicas y organizar salidas recreativas. Además, con un enfoque integral, se asegura que las niñas reciban los materiales adecuados para su educación, incluyendo cremas y cepillos dentales, que acompañan sus enseñanzas sobre higiene personal.
Cada semana, la señora Carmenza mantiene a sus amigos informados sobre sus actividades en el Hogar. En una de sus últimas visitas, mencionó: “Para la próxima semana quiero organizar una actividad sobre cómo cepillarse correctamente los dientes. Les traje crema y cepillos dentales. Cada una recibirá una bolsita con pasta dental, pero también con chocolates, gomitas y otras cositas”.
En otra ocasión, aprovechando una generosa donación de zanahorias, enseñó a las niñas a preparar tortas, compartiendo con ellas ingredientes traídos desde Alemania, como azúcar de vainilla, almendras, chocolate rallado y pasas. “El proceso duró dos días. Hicimos tres tortas al día, y cada una fue decorada de manera diferente. Las niñas participaron con mucho entusiasmo. Al final, todas quedaron deliciosas”, compartió Carmenza. Además, enseñó a Jazmín, la señora encargada de la cocina, a hornear tortas, una habilidad que Jazmín desconocía por completo antes de la visita de Carmenza.
El impacto de su visita va más allá de las actividades cotidianas. Carmenza es recibida como una hermana por la comunidad y las niñas la esperan con ansias cada año. Al concluir su estancia, expresó: “Me siento muy bien entre ellas. Cada año me acogen como parte de la familia, y el tiempo se me pasa volando. Al final siempre hay expresiones de gratitud, cantos y regalos, pero lo más hermoso es saber que puedo ser parte de su vida y que ellas siempre esperan con ilusión mi regreso.”
La señora Carmenza Brief continúa demostrando con cada visita que la solidaridad y el compromiso personal pueden hacer una diferencia profunda en la vida de las personas. Su dedicación, cariño y entrega siguen marcando una huella imborrable en la comunidad de Santa Bárbara.
– Sor Dora Patricia López


