“Los santos son testigos del amor de Cristo” Papa León XIV.
El 19 de octubre la Iglesia se unió con alegría alrededor del mundo por la canonización de 7 nuevos santos, entre ellos mártires, religiosas y laicos. Como comunidad del Noviciado San José nos unimos a esta misma alegría común, compartiendo el júbilo de nuestra segunda santa en el Instituto: Sor María Troncatti; y el gozo de nuestras hermanas por los dos santos venezolanos: Madre Carmen Rendiles y el doctor José Gregorio Hernández. El lunes 20 de octubre llevamos a cabo la gran celebración dando gracias a Dios por el testimonio de estos nuevos santos. Dimos inicio a este espacio de alegría y fraternidad con la Eucaristía, presidida por el Maestro de novicios, y concelebrada en compañía de 6 sacerdotes salesianos del noviciado y el colegio salesiano Santo Domingo Savio; de igual forma contamos con la asistencia de los novicios salesianos, las hermanas del Colegio María Auxiliadora de La Ceja y otras personas de la familia salesiana.
En esta celebración eucarística, animada por los cantos y en un clima de oración, recordamos que cada uno de estos nuevos santos en la diversidad de su vocación, de su carisma y misión, tenían algo en común: “Ser apasionados por Cristo”, y como de allí parte todo su obrar y amar; de allí nace verdaderamente su santidad. Recordamos a nuestra nueva santa salesiana, Madre Troncatti cuando expresaba: “Una mirada al crucifijo me da vida y ánimo para trabajar.”; palabras que recuerdan el camino de la santidad salesiana.
Luego de la celebración eucarística, compartimos un espacio de puesta en escena y música a cargo de las novicias, y con la participación de los novicios salesianos. Nos acercamos a la humanidad, inteligencia y fe del doctor José Gregorio Hernández; reconocimos la misma fe profunda, la humildad, paciencia, alegría y amor a Jesús Eucaristía de Madre Carmen Rendiles; y como no, celebrando el gozo que el Señor nos concede con nuestra nueva santa Hija de María Auxiliadora: Sor María Troncatti, más conocida como la “madrecita”, dando gracias por su generosidad y amor maternal, su dedicación incansable como apasionada misionera en tierras ecuatorianas al cuidado de los enfermos y necesitados, siendo artesana de paz y reconciliación entre las comunidades Shuar y colonos. Incluso recordamos a nuestra Santa Colombiana Madre Laura Montoya, recordando que son muchos y diversos los ejemplos de que la santidad es el llamado que todos tenemos, que comienza con ser apasionados por Cristo y que se logra día a día con nuestro obrar cotidiano, con ser testigos del amor de Cristo desde lo pequeño, siguiendo las huellas de nuestros santos.
Definitivamente fue una celebración marcada por la alegría salesiana, la música, la oración, el teatro, la danza y sobre todo la fraternidad, uniendo nuestro corazón al gozo del Instituto y nuestras voces a la de toda la Iglesia que con estos nuevos santos muestran al mundo que, en la diversidad de carismas, en las diferentes vocaciones y en la realidad particular de cada uno: LA SANTIDAD ES POSIBLE, Y ES PARA TODOS.
-Noviciado San José CINAB
