“Cada hilo cuenta, cada vida sirve”

15
Sep

Semana vocacional 2025.

La Comunidad Educativa del Colegio María Auxiliadora de La Ceja vivió con entusiasmo, profundidad y espíritu de fe la Semana Vocacional 2025. Durante varios días, estudiantes, docentes y demás personal participaron en diversas actividades que invitaron a reflexionar sobre el proyecto de Dios para cada persona, reconociendo que todos somos parte esencial del gran telar de la vida.

Desde el primer día, el colegio se transformó en un espacio vocacionalmente significativo, ambientado con mensajes que tocaban el corazón y guiaban la reflexión personal. Frases como “Dios me pensó, me amó y me creó”, “Eres un hilo que crece, aprende y sirve”, “Dios me llama, yo respondo”, “Vivo el hilo de la entrega” e “Inspírate y teje tu vocación” adornaban los pasillos y zonas comunes, recordando a cada miembro de la comunidad educativa que su vida tiene un propósito y un llamado particular.

La semana comenzó con la alegoría del telar de la vida, una representación simbólica que invitó a todos a descubrir cómo cada ser humano es un hilo fundamental en el diseño amoroso de Dios. Esta actividad fue acompañada por un video motivacional, que fortaleció la idea de que cada vida, desde su originalidad, tiene un valor incalculable en el plan divino.

Entre los momentos destacados estuvo el lanzamiento del mural “Eres una pieza importante para Dios”, donde los estudiantes y todo el personal participaron activamente rellenando fichas del gran corazón general, como signo de que cada uno ocupa un lugar único e irremplazable en la historia de la salvación.

Uno de los encuentros más enriquecedores fue la visita de los seminaristas de la casa de formación Cristo Sacerdote, quienes compartieron su testimonio vocacional con los estudiantes de bachillerato. A través de un diálogo cercano y auténtico, animaron a los jóvenes a abrirse a la posibilidad de descubrir a qué los llama Dios en su vida concreta.

También se llevó a cabo la actividad “¿Dónde me necesita Dios en el mundo actual?”, una dinámica reflexiva que permitió a los estudiantes identificar los espacios y realidades donde pueden poner al servicio sus dones y talentos.

Un momento especialmente emotivo fue el testimonio de María Paula, estudiante de grado undécimo, quien compartió su experiencia durante el Jubileo de los Jóvenes en Roma. Su vivencia fue fuente de inspiración para sus compañeros, al mostrar cómo la fe puede ser vivida de manera auténtica y transformadora a nivel personal y comunitario.

La semana culminó con la construcción colectiva del “Mural de sueños que tejen esperanza”, donde cada grupo representó los sueños que sienten que Dios está tejiendo en sus vidas. A través de palabras, dibujos y símbolos, los estudiantes expresaron con creatividad y fe su respuesta al llamado de Dios.

La Semana Vocacional 2025 dejó huella en la comunidad educativa, recordando que cada vida tiene sentido, que toda vocación es una respuesta de amor y que cada hilo cuenta porque cada vida sirve. Fue una experiencia que entrelazó reflexión, alegría y compromiso, fortaleciendo la certeza de que Dios sigue llamando y que nuestros jóvenes están dispuestos a responder.

-Sor Leidy Blandón

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