“Construyendo Nuestra Bandera de la Fraternidad”
En un ambiente impregnado de entusiasmo y alegría, el sábado 13 de abril del 2024 en el colegio de María Auxiliadora de la ciudad de barranquilla se llevó a cabo el campo maín “Soñadores de Fraternidad”, donde 140 niños, niñas y jóvenes se reunieron para fortalecer lazos, compartir sueños y explorar juntos el concepto de fraternidad. Este encuentro, inspirado en la visión de Madre Mazzarello y Don Bosco, buscó no solo fomentar la unión entre ellos, sino también conectarlos con su espiritualidad juvenil salesiana.
Desde el primer momento, la energía y la emoción inundaron el ambiente, con una cálida bienvenida que los invitó a sumergirse en una experiencia única. Con bailes, dinámicas y juegos, que rompieron el hielo y se establecieron en vínculos de amistad que perdurarán en el tiempo.
La jornada se dividió en varias actividades, cada una diseñada para promover valores de fraternidad y colaboración. “Construyendo Nuestra Bandera de la Fraternidad” permitió a los participantes expresar su visión de la fraternidad a través de la creación de segmentos de una bandera, que luego se unieron simbolizando la diversidad y la unidad. Mientras tanto, en la “Carrera de la Amistad”, los niños demostraron la importancia del trabajo en equipo y la colaboración, pasando un pañuelo en una emocionante carrera de relevos.
Pero la jornada no se limitó solo a la diversión; también hubo espacio para la reflexión y el crecimiento personal. En “Sueños que Hacen Soñar”, los participantes se sumergieron en un emotivo acto teatral donde se destacó la importancia de perseguir los sueños propios y ayudar a otros a alcanzar los suyos. A través de las historias de personajes como Don Bosco y Madre Mazzarello, se transmitieron valiosas lecciones sobre empatía, colaboración y solidaridad.
Además, los asistentes tuvieron la oportunidad de explorar la fraternidad en su vida cotidiana y comprometerse a vivirla de manera activa. En el taller de “Amuletos Fraternales con Maín”, cada niño creó su propia “ovejita mágica”, un amuleto que les recordará la importancia de seguir sus sueños y cultivar relaciones fraternas.
La jornada culminó con un emocionante “Rally Fraterno”, donde los participantes demostraron su habilidad para superar obstáculos juntos, celebrando los logros colectivos y reafirmando el valor de la fraternidad en acción.
Como punto culminante, se celebró la eucaristía donde se recordó la importancia de la fe y la espiritualidad en la construcción de la fraternidad. En esta celebración, los niños y niñas renovaron su compromiso de seguir llevando consigo el mensaje de amor y servicio hacia los demás.
En el cierre del Campo Maín, se destacó la importancia de llevar consigo el espíritu de fraternidad y el compromiso de construir un mundo donde los sueños de cada uno se hagan realidad. Con un sentido de gratitud y esperanza, los participantes se despidieron, llevando consigo recuerdos imborrables y el firme propósito de ser verdaderos “Soñadores de Fraternidad” en su vida diaria.
En un mundo donde la individualidad a menudo prevalece, eventos como “Soñadores de Fraternidad” son un recordatorio poderoso de que juntos, podemos construir un futuro más unido y solidario. Con el legado de Maín y Don Bosco como guía, estos niños y niñas están listos para convertirse en agentes de cambio, tejiendo lazos de fraternidad que perdurarán mucho más allá de este día especial.
Por María Angélica Russo