Signo de presencia que genera vida

28
Feb

Marie Ann Verdeza Navarro, está realizando su voluntariado vocacional en la comunidad de Copacabana, Antioquia.

¿Qué expectativas tienes de esta experiencia? En esta nueva experiencia, espero poder seguir creciendo y madurando en mi vocación, aprender cada día de las hermanas en su misión y en la vida comunitaria, para lograr así, fortalecer mi relación con el otro, con Cristo y entregarme sin medida por los niños y los jóvenes. Haciendo vida la frase de Don Bosco “Nos sirva de lección y de experiencia todo cuanto sucede”.

¿Cómo crees que este voluntariado pueda influir en tu crecimiento personal y vocacional? Durante este tiempo son muchas las enseñanzas y aprendizajes que se pueden adquirir, por eso estar atenta a las mediaciones de Dios en mi vida es para mí una prioridad, mantener mi corazón sereno y saber leer cada momento en clave de fé. Siendo partícipe de un carisma “Contemplativo en la acción” estrechando los lazos con Dios por medio del otro, Amar a mi hermano para amar con más sinceridad y coherencia al señor, meditando en su palabra y recordando cada día, que estoy para ser instrumento de su amor inagotable y misericordioso. Es el momento preciso para analizar y releer mi propia historia, entendiendo cuando y como Dios ha hecho presencia en mi vida y transformar de esa manera poco a poco mi corazón , en uno más agradable a Él.

¿Qué esperas de la comunidad donde te encuentras? Espero aprender cómo ser signo de presencia que genere vida dentro de la comunidad, en donde a pesar de que cada hermana posea personalidades y dones distintos, se encuentre la riqueza en la diferencia, creando así un ambiente de crecimiento común, en donde florezcan la confianza, La alegría y el amor fraterno, Como lo decía la Madre Mazzarello: “Estad siempre unidas con el corazón”.

¿Qué aspectos de la espiritualidad salesiana esperas profundizar durante tu tiempo como voluntaria? La vivencia responsable de lo cotidiano, la alegría y el encuentro vivo con Jesús. Recordando siempre que es una espiritualidad juvenil que implica estar siempre atentos para encontrarnos con Dios, Alegres para vivir con familiaridad y optimismo, vivir con cristo una experiencia fuerte de fé misionera, experimentando la comunión en la iglesia, y esparciendo por todo el mundo con una voz cargada de esperanza, la alegría de la buena noticia con amabilidad, generosidad y caridad pastoral.

¿Qué mensaje o consejo le darías a otros jóvenes que estén considerando hacer voluntariado? Para Hacer experiencia de Dios en nuestras vidas también es preciso hacer experiencia con el otro; “venid y veréis” es justamente la mejor manera de confrontar realidades y discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas, dejarse tocar por el espíritu y mantener el corazón abierto a una oportunidad que sin duda transforma la vida en muchos sentidos, que enriquece no solo nuestro ser, sino también nuestra vida espiritual. Lo más bonito es crear conexiones y lazos de fraternidad y así, seguir construyendo un proyecto de vida que tenga como motivación seguir a Jesús hasta las últimas consecuencias.

¿Hacia quienes nos dirigimos? Hacía aquellos niños y jóvenes vulnerables y sumergidos en el mundo, brindándoles una luz de esperanza cargada de paciencia y amor. y ¿Por quién lo hacemos?, Por aquel que dio su vida por nosotros y nos llama constantemente a servir con santidad.

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