Celebremos juntos el día del consagrado aplicando en este año de renovación sus múltiples carismas de vida espiritual y apostólica dados por el Espíritu Santo, la declaración del Papa Francisco nos invita a abrir nuestros horizontes en 4 verbos para construir el futuro.
“Las personas consagradas son signo de Dios en los diversos ambientes de vida, son levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna, son profecía del compartir con los pequeños y los pobres. La vida consagrada, así entendida y vivida, se presenta a nosotros como realmente es: un don de Dios, un don de Dios a la Iglesia, un don de Dios a su pueblo. Cada persona consagrada es un don para el pueblo de Dios en camino.” (Papa Francisco, Angelus 2/2/2014)