116 años de fundación de la asociación – “El arte de ser feliz y hacer felices a los demás” – Adela Laiolo
“Pienso siempre en ustedes porque ahora vivís en mi corazón, pero de manera especial en este mes en el que se celebra el aniversario de la fundación de su Asociación. Precisamente hace 116 años las primeras exalumnas, junto con Sor Caterina Arrighi y don Rinaldi, quisieron formalizar su gran deseo de permanecer unidas” – Sor Gabriela Patiño, delegada mundial.
La formación en el exalumnado es muy importante, espacialmente para nuestras hermanas delegadas y las personas que hacen parte de los consejos, junto a los estatutos, que son líneas, son caminos para recorrer desde la espiritualidad salesiana, pero con un tinte como grupo de la familia salesiana que se llama exalumnas y exalumnos de las Hijas de María Auxiliadora.
Desde el año 2021 venimos haciendo un recorrido muy importante sobre los estatutos, los estudiamos, los leemos y los profundizamos, pero estos no se pueden quedar a nivel mundial, hay que contextualizarlos a nivel de Federación y de Unión para llevarlos a unas líneas más prácticas, mas concretas de nuestro contexto. Es allí donde está el compromiso de mirar que el exalumnado tiene que tener una dinámica, una innovación, una apertura y una intención a unas nuevas culturas de trabajo, de estudio y también unas nuevas maneras de llevar el exalumnado a lugares donde realmente nos necesitan para ser presencia viva, por eso decimos: “Las manos en el mundo, las raíces en el corazón”, para poder afianzar la parte carismática dejada por don Bosco y Madre Mazzarello.
Es un camino, que como Federación Madre Mazzarello, hemos venido haciendo con mayor insistencia desde el año 2023 en cada una de las uniones contando como referentes a las del Consejo y a cada una de las hermanas delegadas, que con tenacidad y dedicación se han sentado a estudiar y a tratar de mirar que aspectos debemos de incluir.
¿Qué debe tener el reglamento de la federación? para que sobre esto marchemos de una manera segura, practica y carismáticamente.
Sor Gloria Echeverri